El mundo humano seguía bastante ....no...nada de tranquilo, según parecía, Lam había abierto la garganta en un lugar muy distinto al anterior,lejos, no sería juicioso aparecer dos veces en el mismo lugar.
Sobre un rascacielos se abrió una garganta, de gran tamaño. Era de noche y la zona estaba iluminada por luces de Neón y coches, las calles estaban abarrotadas. Se oia ruido de alguna musica horrible, de dentro de una discoteca cercana, así como el bullicio de la gente dando vueltas y los coches pitando, incluso alguna sirena de policia.
Lam decidió que sería buena idea ir allí abajo, y lo hizo dnaod un enorme salto, precipitandose al vacio desde lo alto del edificio. Esta vez no sería tan clemente, ya no iba a dar un aviso. Esto sería una auntentica declaración de guerra. Rugir de motores, gritos de gente que discutia en la calle, el claxon de tantos coches atosigando las calles. Todo eso se tornaría en caos de un momento a otro, Lam estaba a punto de tocar el suelo, y dejar claro a los shinigamis, que eran lentos.