La tarde hacia que cualquiera quisiera dar un paseo, el sol relucía y era bastante cálido, la brisa era bastante fresquita, pero era bastante agradable, la shinigami, decidió dar un paseo por las calles del Rukongai, la verdad es que hacia tiempo que la shinigami no daba un paseo por aquellas calles, había muchas personas allí, había niños jugando entre ellos, también había mujeres hablando de los cuchicheos del momento, la shinigamis, iba andando tranquilamente, iba sin rumbo, quería solo dar un pequeño paseo por aquellas calles, entonces después de estar andando bastante rato, la shinigami llego a una extensa pradera verde
La shinigami estaba algo cansada de andar así que decidió sentarse en la fina y fresca hierba de aquella pradera
-Que bien se esta...
Se dijo a si misma, la verdad es que estaba bastante a gusto en aquel lugar, la shinigami entonces decidió levantarse y saco su zampakutoh, pensó entonces que ese era el lugar perfecto para entrenar...