Dunas blancas...por ahi afuera...

Wehehe...lo siento, creo que me estaba entusiasmando con esos Shinigomis º3º dije, mientras mi hermana y yo llegabamos al desierto de Hueco Mundo, sin mucha palabreria y mientras ella me tiraba al suelo de un porrazo, algo a lo cual ya estaba acostumbrado desde hacia mas de 600 años... aun en aquel momento, su "calma" me seguía asustando...

Bueh bueh...ya tuve suficiente diversion por hoy, creo...ahora que haremos? o,o le pregunte, mientras volvia a mi forma "normal" y empezaba a moquear sin control, tan solo porque estaba aburrido en aquel momento en particular... sin mediar mucho me acerque a uno de los arboles de piedra y empece a olisquear, para luego darle varias vueltas y finalmente alzar la pata y marcar el territorio con una paciencia tan solo reservada para los perros

Habíamos regresado al hueco mundo luego de una decepcionante pelea fallida ante aquel estupido Shinigami que no tuvo la valentia y los huevos de pelear conmigo.

Llegamos al desierto y de un único movimiento lancé a Pistacho, me quedé en silencio, aparentemente calmada, y muy pensativa, no me había percatado de que mi hermanito había vuelto a su estado normal, haciendo sus asquerosas manias como un vil perro.

Yo luego de unos minutos sentada sobre la arena, regresé a mi estado natural con la túnica blanca, me levanté, me acerqué a mi hermano, desaté mis cadenas para tomarlo por cada una de sus extremidades y por el cuello, elevandolo poniendolo ante mi.

Tenía la mirada gacha y oscura, así pasaron unos minutos, levanté la vista y le dirigí a mi hermano toda la frustración sin darle tiempo a preguntar o actuar, le porpiné un gran golpe en el abdomen haciendo que se encogiera y escupiera saliva.

- Putos Shinigamis! ......... Menospreciarnos asi, subestimar nuestro poder, ya veras Pistacho ....... ya verás.

En ese momento elevé mi reiatsu y corté el espacio con mi espada, invoqué a las exequias, una vez más para que terminarán de hacer su trabajo, aún reteniendo a mi hermano con mis cadenas, me senté en la arena, iracunda, dandole la espalda a las exequias y a mi hermano mientras éstas envolvian con sus llamas negras el cuerpo de mi hermano e introduciendose en él, curando con ellos sus heridas por completo.

El ritual duro alrededor de unos 30 minutos, seguía pensando e ideando la manera de desquitarme de aquellos shinigamis que me habian dejado con las ganas de luchar.

- Sería tonto regresar a esa ciudad, no tiene sentido, sería mejor hacer un golpe mayor!

En ese momento una cadena larga y pesada se mostrana a mi cuello, sabía que significaba eso, Pistacho estaba completamente recuperado.

- Veo que hicieron su trabajo exequias, pueden retirarse

Con un movimiento cortandolas en el aire y desvaneciendolas al instante.

Levantandome y siempre a mi lado mi adorado hermano como mi perro guardián, le sobe la cabeza, desordenandole los cabellos

- Vamonos.....

Iniciamos la marcha, metros adelante un cuervo negro se hizo presente, levantando mi mano derecha, éste se posó en él, entregandome el mensaje.

Aizen escribió:

Se le llama a Verenice, a Pistacho, a Violetta, Toushiro y Ulquirra al despacho del lider Aizen en la Torre 1.

ASUNTO: Reunion sobre temas de administracion dentro de los Espadas

Finalizado el mensaje, tomé el cuervo con mi otra mano y lo desintegré

- Qué querrá ...... ahora

Desapareciendo de aquel desierto.

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HP Pistacho: 2550 + 3450 [Técnica de Curación] = 6000 HP

[TC] – Exposición

Spoiler:

El miembro 'Verenice' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Tecnica Curacion' : 10

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#2 'Reiatsu' : 40

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#3 'Portacion' : 4