Corria como pude, a una de las puertas que tenia ya vista.
Un momento...
No podia creerlo... era la misma puerta que utilizamos para entrar al Seiretei, destrozada, y lo mejor de todo, sin nadie vigilando... ERA PERFECTO.
Adios, estupidos Shinigamis...
Me lance sobre la puerta, y en unos instantes estuve al otro lado, en el Runkongai, a punto de abrir un portal a HM...
Asuka, Elquian.... os mato
Lo dije con rabia, al recordar lo que me hicieron.