Hatsune vs Khrystta

Se encontraba vagando en el desierto, buscando algo para hacer o con que poder pasar el tiempo. Estaba tan aburrido, sólo le quedaba atacar a cada Hollow que se le apareciera enfrente. Jugaba con la arena bajo sus pies, levantando nubes de ala misma con cada salto que daba, ya que le gustaba desplazarse dando largos saltos para moverse con mayor eficiencia, al menos en el desierto. Mientras iba por ahí se topo con una mujer de cabello rosado, que observaba los restos de un Hollow. Parecía que se le habían adelantado. Pero ahora que estaba ahí con ella aprovecharía para entrenarse. Un “enfrentamiento amistoso” nunca iba mal, además de que así podría deshacerse de la pesadez que lo agobiaba.-Vaya, ¿pero que es lo que estás haciendo tú sola en este lugar?- Pregunto el peliverde. Preparándose para cualquier cosa. Nunca se sabía cuando se iba a hacer el blanco de un ataque y era mejor estar preparado para todo.

Se había quedado embobado con la belleza de aquella mujer, ya que debía reconocer que no estaba nada mal. Tenía tiempo sin ver a una criatura así en el Hueco Mundo, que estaba infestado con todo tipo de seres raros, burdos y repugnantes. La piel de la dama era apetitosa, resplandeciente a la luz de la luna. Cual vampiro deseaba arrojarse sobre su cuello, pero en lugar de atacar deseaba estampar un beso.

Algo interrumpió la diversión, pues a sus espaldas percibió que un objeto de gran tamaño se aproximaba. Era otro Hollow, como el que la mujer había eliminado. Como se acercaba hacia él, debería destruirlo. Usaría su ataque más débil, pero temía comenzar a hacerle daño a su nueva presa antes de iniciar con las presentaciones, ya que su control no era tan perfecto para seleccionar a los blancos que afectaba.-Mi nombre es Mikuo, Hatsune Mikuo.- Pronunció, al momento que un poderoso silbido se hacía presente, causando que el Hollow cayera al suelo.

Aquello había sido sumamente fácil, como todas las bestias de su tipo había sido una presa que no dio batalla. Mikuo cada vez se hacía más poderoso, y peligroso. El Arrancar no tenía mucho tiempo de haber dejado de ser un Hollow y obtener poderes de un hibrido, así que era un verdadero logro para él haber mejorado tanto en el manejo de sus habilidades. El agonizante Hollow se levantó de pronto, listo para atacar a la mujer de cabello rosado. Había sido un descuido de su parte, pero quizá se debía a que se había contenido para no dañar a la dama. Emitió un segundo ataque hacia la criatura, confiando que eso lo destruiría, pero venía con la misma desventaja de antes. Para rematar al estorbo disparó su arma, aquel bello micrófono cuyo cable parecía interminable. El instrumento golpeó el rostro de la criatura, perforándole la cabeza y haciéndolo caer definitivamente, quedando inservible. –Se quería hacer el difícil…- Musitó sin mirar a la mujer.

El chico rió por el comentario y optó por explicarle para no parecer un loco, ya que seguramente le iba a parecer la cosa más rara del mundo que se estuviera riendo así de la nada. La razón de sus carcajadas es que no le gustaba atacar de esa forma tan cobarde, prefería enfrentarse a un rival uno a uno para asegurarse de que los había exterminado bien, ya que no le gustaba que pasaran incidentes como el ocurrido con su última presa, creer que estaban derrotados cuando todavía les quedaba un suspiro de vida para continuar siendo un estorbo. Ahora seguía combatir con aquella mujer, aunque por lo que veía también había sido dañada por las ondas de sonido que despedía con su reiatsu, que podían haberle mermado. –No me agrada atacar de esa forma, prefiero tomarme mi tiempo y disfrutar el combate, eso refuerza la experiencia.- Dijo. Iba ir con ella, pero al darse cuenta de que ésta le ahorraba el trabajo no se movió ni un centímetro de su lugar, mostrándose relajado ante todo.

ENTRENAMIENTO ABANDONADO
Al haberse mantenido inactivo por más de un mes.

Khrystta gana 15 exp y 150 monedas.