Hatsune Mikuo vs Ulquiorra

Una pequeña figura se movía en los amplios pasillos, siendo nada más y nada menos que Mikuo. No sabía que iba a toparse con alguien, ya que ese lugar era tan grande que rara vez tenía que relacionarse con otros Arrancar. En los pasillos no podía ver a nadie más que a un tipo de piel pálida, en extremo pálida, blanca como la leche y unos enormes ojos verdes que miraban con melancolía.

Iba a saludarlo, pero le parecía que era de esa clase de sujetos que eran un tanto repelentes y que nunca mostraban una sonrisa en el rostro. No era que el fuera todo felicidad siempre, pero al menos mostraba sus emociones mejor que nadie, como cuando estaba feliz y sonreía espléndidamente, o cuando estaba de malas y un aura que gritaba peligro parecía estarle rodeando. Estaba cada vez más cerca del extraño, pero le molestaba simplemente pasar así como así. -Hola…- Musitó para deshacerse del silencio que sólo era disipado por el sonido de sus pasos.