Calles del Sereitei

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Habiendo abandonado el despacho del Capitan Edward, Elizabeth estuvo sola nuevamente. Caminaba con bastante gracia, con lentitud, mirando hacia los costados y admirando el bonito día que hacía. Pero ni si quiera eso lograba distraerla del hecho de que el joven Hitsugaya iba en camino a una peligrosa misión… y eso causaría aun mas preocupación en su capitán.

Aun así, decidió no dejarse afectar por ello y continúo caminando entre las calles y ver que no había problemas. De vez en cuando se encontraba con algún grupo de Shinigamis de distintos escuadrones que también estaban dando vueltas o haciendo guardia. Les hacia una leve reverencia y se saludaban, más cuando ello acababa, Beth seguía su camino.

Había mucho que hacer y se sentía inútil no pudiendo realmente ayudar en nada. Si tan sólo hubiese tenido mas experiencia o poder, habría podido proteger a los que la rodeaban, pero ese no era el caso… y ahora… sólo podía dar vueltas casi escondiendose en las calles del Seireitei.

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Sali de mi despacho, ahora que los habia mandado de mision, me tocaba vigilar todo esto, pero tambien queria encontrarme con cierta persona en una situacion algo mas comoda, no como aquel despacho en el que en cualquier momento habrian entrado los demas shinigamis, asi que comence a buscar a Beth por todo los rinconces del seiretei...

Despues de tanto tiempo, me senti muy feliz al verte...

Decia para mi mismo palabras que ni yo mismo me creia capaz de decir.. y que delante tuya me costaria decir... entonces vi un grupo de shinigamis y los vi a hablar sobre un joven shinigami muy hermosa que acaban de ver... me llamo la atencion asi que segui el camino por donde ellos venian hasta ver esa larga melena tuya...

Elizabeth!!!

Dije tu nombre completo nose por que, llegue hasta donde tu estabas , y me quede unos segundos mirando tus ojos, luego volvi a mirar al frente quedandome estancado por unos segundos

Esto se va a quedar muy solo.. asi que me preguntaba... si podriamos patrullar juntos

Fue la escusa mas mala que habia dicho en toda mi vida, realmente era un desastre para poder relacionarme con la gente

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Beth caminaba a un paso normal, distraída un tanto de hacer patrulla o preocuparse de que todo estuviese bien. Mas parecía como si estuviera concentrada en sus propios pensamientos. Caminaba con una calma increíble, a pesar de todos los problemas que la rodeaban a ellas y al resto. Siempre esparcía a su alrededor aquella paz y calma, sin importar que pasara era agradable estar con alguien que transmitiera aquella sensación.

Sin embargo mientras caminaba con su mirada un tanto perdida escuchó una voz que la hizo salir de su trance y volver a la realidad.

- ¿Ca...Capitán?

Beth estaba sorprendida y un poco preocupada. No se imaginaba que la iban a necesitar tan rápido y la mera idea la asustó, tal vez había pasado algo. Pero no reconocía en su tono de voz ni en su rostro preocupación… lo cual la dejó aun más desconcertada.

Más al escuchar al capitan y el motivo por el cual estaba ahí, se tranquilizó, dando un prolongado suspiro.

- Por un segundo señor Edward, pensé que algo urgente se había presentado… - Le sonrió mientras ambos comenzaban a caminar nuevamente recorriendo las calles del Seireitei. – Sería un honor para mi que me acompañara en la patrulla de hoy... A decir verdad el resto de los oficiales y demases de los otros escuadrones han estado vagando el día de hoy y… nadie se ha preocupado mucho de la vigilancia… como los capitanes se han reunido para aquella misión del señor Hitsugaya… se han tomado la libertad de no hacer nada el día de hoy… Verlo en las calles vigilando personalmente de seguro los pondrá mas alerta… claro que la mayoría le teme bastante… quiero decir que lo respetan y el respeto infunde un poco de temor… hmm… no… me refiero a que todos lo admiran mucho… señor Edward…

Beth solía hacer eso cuando se sentía intimidada o nerviosa… comenzaba a hablar muy rápido y sin parar enredándose sola. Nunca antes había hecho ese recorrido con su capitán. Había sido promovida al primer escuadrón hacia muy poco tiempo y por lo general se dedicaba a seguir al resto en sus labores y tratar de no molestarle a nadie. Habían sido pocas las veces que ambos habían podido estar solos en un buen tiempo, pero ahora que caminaba con el señor Edward… se sentía un tanto cohibida por el… pero intento con mucha fuerza de no mostrarlo. Sólo para decir alguna cosa, pensó que podía hablar con el Capitán sin que fuera totalmente raro…

- Capitán… ¿Esta preocupado por la mision del joven Hitsugaya y aquel arrancar?

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Ella me respondio a cuando pronuncie mi nombre llamandome por mi rango de shinigami, comenzamos a hablar mientras caminabamos por las largas y blancas calles del seiretei que todos parecian las mismas, parecias preocupada por si algo pasaba y de pronto frente a mi soltaste una gran cantidad de palabras sin apenas respirar lo que me llevo a reir un poco cuando terminaste

Jaja... crees que doy miedo?... A ti te doy miedo Beth? Bueno es normal a cuando vas ascendiendo, hay dos tipos de personas que hay a tu alrededor, los que te respetan y en parte te temen y por otro lado estan los que te envidean...

Seguiamos caminando por las calles del seiretei, todo estaba tranquilo y era muy agradable estar con ella, un joven que poco a poco se iba convertiendo en toda una mujer, que por ahora era simplemente una oficial, pero seguiria avanzando lo mas probable, y una vez arriba dejaria toda su timidez para ser tambien parte de los que llevan a la sociedad de almas por el buen camino... Me pregunto si estaba preocupado por el capitan Hitsugaya por lo que conteste..

Claro, lo estoy, es como si yo mismo les enviara al infierno, como si en parte, si no salen bien las cosas, hubiera sentenciado sus vida. Pero si iba con ella podria sentenciar la de las almas inocentes de aqui...

Andando y andando llegamos hasta una de las puertas del Seiretei, habiamis andado mucho desde el centro del seiretei donde todos los shinigamis se reunian para sus misiones

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- Yo…yo no quise insultarlo Capitan Edward… tan sólo… usted sabe infunde mucho respeto y temor… y además de eso bueno ya sabe todos siempre hablan de lo mucho que lo respetan… pero yo no le tengo miedo…al menos no mucho…quiero decir que le tengo mas respeto que temor…Ay… mejor no sigo creo que solo lo empeoro.

Beth bajó la cabeza sonriendo sabiendo que probablemente esto más que molestar a Edward lo divertía. Caminó con el mientras se veían como los que habían estado perdiendo el tiempo en el Seireitei al ver al capitán pasar volvían a realizar guardia o comenzaban a hacer algo útil. Todos miraban al capitán del primer escuadrón con mucho respeto y susurraban mientras el pasaba. Beth se sentía realmente intimidada de caminar a su lado, sabía que el capitán infundían en todos ese respeto, pero nunca había imaginado que además de ello todos lo admiraran tanto.

Sin embargo cuando el capitán comenzó a hablar sobre los escuadrones que estaban siendo mandados a hueco mundo, algo en el cambio. Beth se arrepintió de inmediato de haberlo traído como tema de conversación y tan solo bajo el rostro escuchando lo que su capitán se sentía en confianza de confesarle… ya que después de todo, confesar tan grandes temores culpas debió requerir mucho coraje de su parte.

- Capitán… no me gusta escucharlo decir eso. – Dijo finalmente con algo de severidad, apartando su timidez. – Debería tener más confianza en ellos, no los ha sentenciado a nada. Si han ido allá es porque es su deber hacerlo, y en el caso del joven capitán Hitsugaya… es mucho más que eso… el va porque quiere salvar de ahí a alguien cercano a el. ¿Usted no haría lo mismo por el señor Kaos o por alguno otro del primer escuadrón? Cuando se comparte tanto tiempo entre nosotros, no se crean lazos de superiores e inferiores solamente…también se crean lazos de amistad. Al menos yo en este tiempo no sólo le he tomado respeto pero también cariño, e iría con usted al fin del mundo…me lo pidiera o no… Capitán Edward… y también por el bobo del señor Kaos. – Beth tapó su boca con sus manos y comenzó a reír recordando al teniente… que seguramente andaba jugando con esa extraña oveja.

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Cuando te escuche responderme si me tenias miedo dijiste tantas cosas.. que no pude evitar reir, los dos juntos lo haciamos mientras tu agachabas la cabeza quizas avergonzada por liarte con tus propias palabras, pero no me parecia mal eso, eras una persona muy natural, todo lo contrario que yo que tenia este caparazon duro rodeandome, que hace que cuando sonria no lo haga desde el interior de mi ser, pero tu por lo menos me dejabas ver algo de luz dentro de mi oscuridad

Luego cuando te conte como me sentia al enviar a mis hombres al campo de batalla senti como te pusiste seria y me regañaste a tu manera, me quede perpejlo y por unos instantes sin nada que decir, te miraba con los ojos bien abiertos y asombrado por como me reñias, pero entre esa molestia tuya, tambien incluiste unas palabras algo mas profundas

Lazos... de amistad..

Hacia tanto tiempo que no creia en eso, no por que no quisiera, sino por que directamente me lo autoprohibia... para no hacer daño a los demas, o quizas era para no hacerme daño a mi y convertirme en una persona mas fria. Conseguias abrirme los ojos una y otra vez, llene todo mi pecho de aire y lo saque todo en un gran suspiro

Tu tambien me enseñas mucho, en eso, no se quien sera el alumno y quien el maestro. Pero tienes razon sabes.. si fueras tu la que hubieran secuestrado, no dudaria de ti, e iria al fin del mundo por ti, me enfrentaria a todos para verte de nuevo a salvo. Aunque intente engañarme, no sois solo personas a mi cargo, sois mucho mas, eres mucho mas que eso....

Me quede mirando fijamente en un silencio largo e intenso donde podiamos apreciar con la vista la totalidad del otro. Entonces se escucho una explosion que provenia desde el 12º Escuadron, al parecer algunas celdas habian explotado y algunos hollow habia salido de alli, inmediatamente fueron hacia el reiatsu mas grande de todos, osea en ese momento yo

Maldicion..!

Estabamos rodeado por unos diez hollow mirandonos y riendose, podria acabar con ellos facilmente, pero entonces podria dejar a Beth en peligro asi que me quede al lado de ella, uno de ellos estiro su brazo como y lo convirtio en algo mas punzante, tenia la intencion de atacar a Beth asi que lo rodee con mi cuerpo y con mi capa quedando ella dentro y con mi mano derecha desnuda agarre el brazo de ese hollow, mi mirada era fria pero a la vez calmada mirando a ese Hollow

No dejare que todo eso vuelva a pasar... ninguna persona importante volvera a morir delante de mis ojos

Mi mano comenzaba a sangrar levemente por la cuchilla del hollow, pero aprete aun mas la mano hasta que logre romperla, poco a poco el hollow fue explotando debido a la sobre carga de reiatsu que le habia producido. Miraba a los novenos restantes que seguian riendose mientras tenia a Beth en el interior de mi capa

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El capitán reía al escucharla hablar un tanto nerviosa y esto hizo que las mejillas se Beth se ruborizaran de vergüenza. No pensaba que se iba a dar cuenta con tanta facilidad de que estaba nerviosa por conversar y estar con él.
Y así siguieron conversando. Edward escuchó su especie de regaño sin decir nada, excepto considerar lo de los lazos que se creaban entre todos ahí. Beth afirmó con su cabeza cuando este dijo aquellas palabras. Después, algo increíble pasó. Por primera vez en mucho tiempo escuchaba algo más suave de parte del Capitán. Tan sólo la primera vez que lo había visto y ella estaba asustada sin saber donde estaba ni que hacía ahí, sin realmente hablar con nadie por su gran timidez… Edward se le acercó. Desde entonces generalmente había sido bastante duro y frío con ella, o al menos así intentaba serlo cuando estaban rodeados de otras personas.

Escucharlo que el iría al final del mundo por ella… sólo enrojeció más sus mejillas, sobre todo porque se quedo mirando fijamente en un silencio que llegó a hacer que pudiera escuchar los rápidos latidos de su corazón. Pero fue entonces que un sonido mucho mas estridente se dejó sentir desde la dirección del 12vo escuadrón. Algo había sucedido y si Beth conocía el Sereitei bien, sabía que seguramente alguno de los experimentos que se llevaban a cavo ahí habría salido mal, terriblemente mal.

Con algo de miedo observó la expresión de su capitán y muy pronto al seguir su mirada, vio que estaban rodeados por unos 10 hollows. Las criaturas se reían al ver las presas que tenían frente a ellos, era una lastima que no se dieran cuenta que junto a Beth estaba el capitán del primer escuadrón. Uno de ellos intentó atacar y Edward tan sólo la protegió interponiendo su propio cuerpo para que no fuera lastimada y cobijándola bajo su capa. Aquello sorprendió a Beth, no porque la protegiera, sino porque pensara que necesitaba ser protegida, después de todo también era una Shinigami…

Se sintió inútil viéndolo acabar con una de los hollows y ella tan sólo ahí observándolo. Sus ojos se agrandaron cuando tomó aquella parte del Hollow que parecía una espada y su mano comenzó a sangrar. Observó la sangra con gran rabia al saber que su capitán había sido herido tan sólo por protegerla a ella.
Observó con odio al resto de los hollow y salio del lado de Edward. Todo el ambiente pareció más oscuro, todo estaba mas hostil con la mirada llena de rencor de Beth que sólo pensaba en que aquellas criaturas habían lastimado a Edward.

Apunto su dedo índice a la primera que tuvo en frente.

- Hadou 121. Hi no murasaki no hana…! – Una corriente de pétalos encendido en fuego violeta rodearon al hollow y éste se consumió con los fuegos, quedando nada más que cenizas de él.

Desenvaino su Zampakutoh y con un rápido movimiento corto en suelo en un semi circulo.

- Hi no murasaki en...!! – Y desde el suelo hasta el cielo se produjo una enorme explosión de fuego que terminó quemando a todos los hollow frente a ella, sólo quedaron de pie los que estaban a su espalda… algunos pétalos de fuego circulaban en el ambiente, mas de uno cayó sobre sus brazos quemándola levemente pero parecía que ni si quiera se había dado cuenta del daño, lo único que le importaba era vengar la herida que aquellas cosas habían causado en Edward… Luego, sin decir mas aun observando como se quemaban los hollow frente a ella, sólo susurró. - Atáquelos Capitán… no me lastimará que lo haga, puedo defenderme al menos de esto.

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Elizabeth salio sin decir nada de debajo de mi capa, debido a su altura habia podido protegerla facilmente, aunque quizas a ella no le gustara mucho la idea de ser protegida, pero a mi entender, era una shinigami aun muy nueva, y enfrentarse a tal cantidad de hollow no era muy recomendable, pero ella me demostro todo lo contrario, que estaba muy preparada para la lucha y para compartir batalla conmigo

Elizabeth..

Mire asombrado como con su valentia salio de mi cobijo para lanzar un ataque realmente destructivo a todos los hollow que tenia delante, una columna de fuego arraso con ellos, la columna era tan grande que se mostraba en toda la sociedad de almas, el ambiente se habia vuelto diferente gracias al reiatsu de la pequeña pero grande a la vez Beth..

Un pequeño petalo de fuego se habia posado en ella y le habia quemado, pero antes de fijarme debia derrotar a los hollow que quedaban alli, asi que coloque mi mano en mi Zamputoh y todo temblo, los hollow pusieron una cara de terror terrorico, solo quedaban dos.... y creyeron que podrian escapar...

No ireis a ningun sitio, aqui termina todo para vosotros..

Di un paso y al siguiente instante ya estaba entre los dos hollow... ellos se quedaron quietos hasta que explotaron a mis lados haciendo que toda mi capa y mis cabellos ondearan.... ni si quiera se habia visto el desenfundamiento de mi katana.... Ahora con la otra mano que no tenia herida la levante y aparecio una mariposa infernal

Activen el escudo de Reiatsu, tengo un mal presentimiento, no queremos que alguien sin autorizcion entre al seiretei

La mariposa comenzo a volar hacia los escuadrones, concretamente hacia el doudecimo escuadron, mientras llegaban mis ordenes me di la vuelta hacia donde estaba Beth, con mi mano derecha la que tenia ensangrentada cogi un bote de crema algo especial...

Ven dejame que vea esa quemadura tuya... siempre llevo algunos utensilios del cuarto escuadron

Con la mano izquierda puse mis dedos en el menton de Beth y pude ver una pequeña quemadura en su rostro provocado por aquel petalo, solte su menton y cogi un poco de urguento aplicandolo en aquella quemadura

No me gustaria que nada estropeara ese rostro tuyo sabes...

Le decia de forma amable y calida mientras pasaba mis dos dedos por aquella zona dejandola humeda por el urguento. Mientras hacia eso se creo la barrera en todo el seiretei.. al parecer habia llegado el mensaje

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La barrera de reiatsu se había activado por todo el Seireitei… pero aun así, Beth parecía ni si quiera notarlo. Sus ojos estaban aun vacíos observando al lado opuesto de su capitán, decepcionada de si misma por haber dejado que algo lo lastimara… por que él hubiese sentido que tenía que protegerla de esa forma.

Fue luego de ello que el Capitán Edward sostuvo su rostro y comenzó a aplicarle una extraña crema que dijo le habían dado en el cuarto escuadrón. Bajo la mirada y su cabello cubrió su mirada. Aun melancólica por lo que había sucedido, no se atrevió a alejarse del Capitán, pero sintió que era indigna de que éste se preocupara por ella.

- Mi rostro es lo que menos importa en este momento Señor Edward. Debería ir a ver que es lo que esta sucediendo en este lugar… no debe ignorar su instinto que le dice que algo no esta en su lugar…

Se alejó unos pasos del capitán Edward, intento huir a su mirar. Se sentía muy decepciona de si misma por la herida del joven en la mano.

- No se preocupe por mi. Vaya y cumpla con su labor, señor.

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Destruido los Hollow que habia escapado accidentalmente de las instalaciones del duodecimo escuadron ahora me encontraba frente a mi tercer oficial aplicandole esa crema curativa en su rostro, pero ella no parecia muy contenta, algo habia mal en su mente que la hacia que no pudiera mirarme a los ojos directamente como otras veces hacia... Se quitaba importancia a ella misma para decirme que la seguridad de toda la sociedad de almas era lo primordial. Era cierto que yo era el maximo responsable de la paz... Pero sin ciertas personas no podria seguir adelante, entre los que Beth estaban incluidas

Las heridas... solo nos hacen recordar cosas tristes... mientras podamos taparlas, deberiamos hacerlo. Una batalla nunca es agradable, siempre hay muerte de por medio, no quiero que te mires al espejo y recuerdes ese sentimiento...

Entonces rompiedo una parte de mi manga la envolvi en mi mano cerrando la herida para que dejara de sangrar, comence mover mis dedos y a zarandear mi mano como si nada pasara, luego le sonrei a Beth intentado que ella tambien lo hiciera...

Ves, no pasa nada, la herida pronto cerrara, y no volveremos a pensar en que me hirieron, dejara de doler, dejara de sangrar, ademas mientras sangre... puedes estar segura que estoy vivo, que estoy aqui. Las heridas son una prueba de que somos seres vivos... Extraño que lo digamos seres muertos como nosotros, pero las almas tambien podemos sufrir, sangrar, sentir...

Despues de mi charla, mientras yo me encontraba algo agachado para estar a la altura de Beth, me levante para mirar a mi alrededor, habia algunos desperfectos en la zona de combate, pero nada importante, la seguridad por aqui estaba controlada, por el momento, pero tenia una mala sensacion tambien.

Es cierto que todo esta demasiado tranquilo, solo espero que no nos traicionen los shinigamis.. de ser asi la sociedad de almas seria un lugar muy vulnerable, para entrar aqui deberian romper esta barrera... por eso... me quedare en la primera linea de batalla si llegase el caso de que tuviera que luchar, en ese momento en el cual tenemos bajas, debo ser el punto de atencion. Si alguien llegase a entrar, mientras defiendo la ciudad, tu te quedaras con Kaos y os apoyareis el uno al otro...

Si eso pasara yo seria el rival a batir por el enemigo, por eso no me gustaria tener a nadie cerca, por que podria salir herido, mientras hiciera de señuelo para hacer tiempo a mis compañeros, confiaria en mis dos subordinados para que se protegieran el uno al otro

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Beth aun se mantenía en silencio mirando hacia las baldosas algo agrietadas por la batalla que acababan de tener. El muro de Reiatsu cubría el Seireitei y muy pronto… seguramente, caerían los muros entre los cuatro puntos cardinales y se daría la alerta de máxima precaución… todo dependía de los que en ese instante estaban en Hueco Mundo y que información traerían.

- Capitán… - Dijo con un murmullo casi imperceptible levantando la mirada. Sus ojos estaban vidriosos, su mejilla aun estaba sonrojada por la quemadura. – Se que su herida cerrará, se que para usted no es nada… que representa que esta aquí y esta viviendo… pero… pero… para mi representa… mi debilidad. Quisiera... - Sonrio un poco mientras miraba hacia un costado. - Poder protegerlo... y que nada lo hiriera si yo estoy con usted...señor Edward... pero... no puedo... sniff...Yo… yo… ni si quiera puedo protegerlo…

Beth volteo su rostro, apretando su puño. Escondió su miraba bajo la cabellera que le caía de la frente y comenzó a caminar rápidamente. No quería que su capitán la viera de esa forma.

- Señor… cumpliré con sus órdenes. No se preocupe por mí. – Gritó antes de hechar a correr.

Y corrió tan rápido que sus muslos ardieron pero no le importaba. No quería que él la viera llorando. No sabía que hacer, sólo tenía el insostenible deseo de correr y alejarse de Edward.

Le había fallado. Desde que el la había sacado del Rukongai, siempre había estudiando y se había perfeccionado en todo para complacerlo y saber que en algún momento, por mucho que le costara, podría también protegerlo a él. Pero hasta ahora, tan sólo era una carga… siempre lo había sido. Si tan sólo hubiese sido más fuerte para cuidarlo y evitar que tuviera tantas cargas sobre sus hombros… Beth habría sido tan feliz.

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Vi cuando Elizabeth casi comenzaba a llorar y hechaba a correr, esto le habia dañado interiormente y su estado no era muy bueno, corri detras de ella tomando su mano , pero justo en ese momento las alarmas volvieron a sonar en toda la sociedad de almas, una puerta que no era la del decimotercer escuadron se habia abierto en la sociedad de almas, acto seguido las murallas que rodean al seireitei comenzaron a caer una detras de otra cercando toda la ciudad blanca...

Intrusos. Parece que al menos Kaos esta haciendo su trabajo y activado mas defensas... siempre esta atento a ese tipo de cosas aunque no lo parezca.. por eso es mi teniente...

Volvi a mirar a Beth en esta situacion tan dificil, quisiera conversar mas rato con ella, pero no habia tiempo ahora, algo malo estaba por ocurrir en el hogar de los shinigamis, Kaos se encontraria ahora mismo en el noveno escuadron activando el sistema especial, por algo el no estaba con nosotros.. Agarrando la mano de Beth les di las ordenes oportunas transmitiendole mi confianza en ella en ese tacto

Escuchame Beth, quiero que vayas al 4º escuadron, puede que con la explosion de antes haya heridos, ademas si de verdad hay intrusos puede que comience a haber heridos, y estamos escasos de personal en la enfermeria, cuento contigo.. eres una gran shinigami no lo olvides... lo puedo notar en tu corazon

Y sin decir una palabra mas desapareci de alli, tenia dos opciones o ir a la espera de los demas shinigamis al decimo tercer escuadron, o por el contrario ir al noveno escuadron para acompañar a Kaos en la defensa

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