Una garganta se abre sobre el palacio de Las Noches

El palacio se apoderaba irónicamente de la tranquilidad de la zona y de toda la quietud simplemente, porque no ocurria nada. Pero parecía estar amenazando. Su silueta recortandose con el púrpura cielo, brillando bajo la luna... era similar al filo de una espada. Allí, cerca del tejado se abrió una garganta...se puso entrever cuando se abria la cara de Lam, serio y algo preocupado, algo humeaba, como si de una chimenea se tratase la garganta expulsaba humo azul...un humo muy familiar para Lam. Este humo provenía de su tunica. Lam salió de la garganta y se posó en el agujero. En efecto, justo un momento antes de que la garganta se cerrase por completo algo entró allí, en la garganta, hubo un pequeño resplandor azul, sintió que algo lo rozó, luego se iluminó todo por un instante. Era una sensación muy familiar. Y no por ello agradable. Le traia malos recuerdos. Lam miró hacia abajo y contempló su tunica, con un agujero que aún humeaba un poco, chamuscado.

-Seiren...

Lam cerró la garganta tras de sí y corrió por encima de la gran cúpula central del palacio.

''Esto es malo, ha sido ella, estoy seguro, puede existir algún quincy mas en el mundo humano, pero no con este reiatsu, este reiatsu es único. Es el de ella no me cabe la menor duda. Tengo que informar a Fufirot de esto, parece que no solo nos tendremos que preocupar por los shinigamis...maldita sea esa estupida humana, sabe demasiado de mi...podría darle ciertos datos a los shinigamis que preferiría que no conocieran...aunque,¿haría ella eso?

Ya había llegado al final del tejado y entonces saltó, mientras iba callendo algo se le pasó de nuevo por la mente. ''Diablos Lam, ¿que te ocurre?¿Acabas de preguntarte a ti mismo si una humana sería capaz de hacerte daño?¿Acabas de pensar que una humana puede ser bondadosa? Y ...mas que una humana cualquiera...¿Seiren, uno de los seres humanos que mayor daño te han hecho?...La mataré....maldita sea... ¡maldigo a todo el linaje de los quincys!

Finalmente, cuando se acercaba a cierta ventana en medio de la caida, Lam realizó un sonido y entró dentro del edificio, luego fue a paso rapido en busca de Fufirot.