Despacho de Mizuko

Abrimos la puerta y nos encontramos frente a una habitacion de amplias dimensiones.
Las paredes son blancas y en ellas hay algunos cuadros de caligrafia japonesa que aluden a virtudes como el valor, la fuerza...
La pared derecha está ocupada completamente por una gran estanteria de madera oscura que llega desde el suelo hasta el techo y recorre la habitación desde la entrada hasta la pared final. En ella hay libros de todas las ciencias, ya que a la capitana le gusta adquirir conocimientos sobre otras artes, materias, culturas, idiomas... Cosas tan contrastadas como libros de Ikebana con libros de matematicas puras.

En la pared de la izquierda hay una gran ventana que proporciona luz a toda la estancia. Esta dividida en dos cristales que se abren hacia los lados. Las vistas que podemos encontrarnos son a una verde pradera con un bosquecillo cerca, lo demás, son vistas a un amplio cielo.

Al lado de esa misma ventana, nos encontramos un mueble expositor que es donde suele descansar Garô, su Zampakutoh, cuando Mizuko está en el despacho. La parte de abajo del mueble expositor es usada para guardar fichas con casos extraños o importante archivados.


Y en el centro de la habitación tenemos la mesa de Mizuko, llena de papeles pendientes por rellenar, desorganizados...
El toque de orden lo pone un pequeño jarron cristalino con una flor, pero aun así, no destaca mucho sobre los montones de papeles que hay sobre la mesa.


Y ahi, con la silla reclinada y apoyando los pies en la mesa, está ella, Mizuko, esperando su proxima mision.

Había llegado el momento. El día anterior me habían notificado que había alguien disponible y con las suficientes cualidades para ser teniente en mi escuadrón.
Hasta el momento no había tenido teniente alguno y me preguntaba sobre cuales serían las capacidades de aquella nueva teniente.
Lo único que conocía de ella era su nombre "Natsuki Onikawa", y para mi pesar desconocía sus capacidades, ya que no me había llegado ningún informe sobre ella. Recordaba vanamente haber escuchado algún comentario sobre sus buenas capacidades.
Pero creo que aún así es mejor conocerla y juzgarla cara a cara más que por una ficha, sobretodo si iba a ser alguien de tanta confianza y con ese cargo dentro de mi escuadrón, puesto que si a mi me sucediese algo, ella debería saber dirigir todo el escuadrón hacia su misión.

Me senté algo reclinada encima de la mesa del despacho mientras miraba atentamente la puerta por la que en unos minutos debería aparecer mi nueva teniente...

Un tímido sonido, un "toc toc" emitió la puerta, a modo de pedir permiso para entrar. Se asomó un poco, para ver si su hermana estaba disponible, y la vió sola, y mirando la puerta, como esperando algo, asique supuso que podía entrar.

Con sus manos hacia atrás, en la espalda, saludó con un tono alegre, que podría parecer poco alegre, pero que teniendo en cuenta la perosnalidad de la capitana del 4º escuadron ya era un milagro. Ladeando su cabeza levemente, y aun con la pequeña sonrisa, le dijó:

-Hola Mizuko- hizo una pausa de breves segundos, para mover sus manos sin ser vistas por su hermana, ya que ella esocndía algo, y continuó- Uhm...Me pasaba por aquí y.. Quería ver como estabas- se puso recta de nuevo, con su pose normal, y le mostró lo que tenía en las manos. Una pequeña caja de dulces de varios tipos, algunos con alguna fresa encima, otros de chocolate...

-Mira lo que me ha traido un shinigami de mi escuadron del mundo humano! - los miraba con un brillo no muy usual en ella, los pequeños pastelillos tenían una pinta deliciosa, y a ella le fascinaba ese tipo de comida- he pensasdo que... Podría compartirlo contigo, al fin y al cabo yo no conozco mucha gente aqui aun

Poco a poco me había ido quedando adormilada, puesto que la teniente se retrasaba. En ese momento escuché un "toc toc" en la puerta entreabierta de mi despacho mientras una figura se dejaba entrever.

Se trataba de la capitana del 4º escuadrón, Lal Mirch.
-Hola Mizuko...Uhm...Me pasaba por aquí y.. Quería ver como estabas- Dijo amablemente la capitana.

Sonreí amablemente, desde luego no esperaba su visita, cosa que me agradó bastante, no solía ser alguien muy sociable pero si se presentaba la oportunidad... estaría bien conocer mejor a la gente con la tienes que trabajar codo a codo.


-Mira lo que me ha traido un shinigami de mi escuadron del mundo humano! he pensasdo que... Podría compartirlo contigo, al fin y al cabo yo no conozco mucha gente aqui aun... - Finalizó la capitana.

Mire los dulces de la caja. Hacia bastante tiempo que no veía algo así. Extendí la mano y cogí una especie de bombón de chocolate.

- Muchas gracias Lal- dije bajando la mirada. Las relaciones sociales me resultaban algo complejas - Puedo llamarte así ¿Verdad? Lo cierto es que yo tampoco conozco aquí a mucha gente, descontando a algunos capitanes y tenientes... -Suspiré, señalé unas butacas que había adquirido hace poco y se encontraban en una esquina de la sala- Ven, por favor, sientate. ¿Te apetece tomar un té?.

-Soy Natsuki Onikawa, la nueva teniente, venia a presentarme, pero veo que está ocupada así que si es necesario vendré en otro momento.

- Oh vaya, llegas con algo de retraso - Dije incorporandome - Capitana LaL Mirch, me temo que tendremos que dejar nuestra charla para otro momento... El deber es el deber!- sonreí.



- Por favor, Onikawa Natsuki san, pase. - Dije con una leve inclinación de cabeza. - Deberiamos charlar sobre tus proximas funciones como teniente del escuadrón.


Señalé en dirección a la mesa principal de la sala, mientras me dirigía a quitar los papeles que se amontonaban desordenadamente sobre ella. Los recogí rápidamente y los apilé en la parte superior de una polvorienta estantería.
Cogí dos vasos y serví algo de té.

- Bien Onikawa san...- Dije mirandole fijamente a los ojos. - ¿Cuáles son las razones que te han llevado a querer formar parte de mi escuadrón?

-El úndecimo escuadrón está especializado en la lucha ¿no? y eso me ha gustado desde que tengo uso de razón, y sinceramente creo que se me da bastante bien, aunque también fue por mi padre, él ni siquiera queria que entrara en el Gotei 13 y cuando lo hice, se emperró en que entrara en el cuarto escuadrón para que me arriesgara menos, y decidí hacer lo contrario que también era lo que yo queria - Dijo la teniente.

- Bueno, aquí somos también como una gran familia...- suspiré - Como teniente, se te encargarán misiones de las que yo a veces no pueda hacerme cargo por estar en otra misión, e incluso deberás acompañarme a misiones complicadas siempre que se te necesite... Espero que esto no sea ningún problema.- Dije mientras la miraba fijamente. No pretendía incomodarla, simplemente estaba atenta de su reacción. - Pero antes de nada, te aconsejo que te pases por los lugares de entrenamiento e incluso que compres pociones, para que consigas más práctica y fuerza.
A partir de ahora, siempre que necesites algo ven aqui, a mi despacho. Y si por algún problema no puedes acudir a una misión, debes decirmelo, no creo que suponga ningún problema por ahora. - Dije sonriendo.

- Sé que no es asunto mio, pero en cuanto a tu padre, deberías hablar con él, estás en un escuadrón que va a entrar mucho en combate y muchas veces ocurren accidentes... Bueno jaj no quiero asutarte ni nada por el estilo! Simplemente quiero que estes segura en todo momento y no te arrepientas de estar aquí.

- Por cierto, ¿Te has instalado ya en alguna habitación? Puedes esocger la que quieras y decorarla a tu gusto.